MISION - VISION

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lunes, 17 de mayo de 2010

OPERACION 72


Lección 3

Hechos 9:10 - 20

Una de las cosas que debemos reconocer hoy es que es falso que los inconversos estén duros, eso no es verdad. Las personas están esperando por ti y por mí. Nosotros determinamos la cantidad de personas que queremos ganar.

Necesitamos gente estratega, que respete su unción y que tenga respeto por el llamado de Dios. Porque con la unción que tienes y con la autoridad que te dio el Cristo que te salvó tienes todo lo que necesitas para ganar.

Existe una verdad profética en el mundo perverso de las tinieblas, que cuando usted le quita una sola vida, la Biblia dice así: (Jesús enseñando) “cuando el espíritu inmundo sale del hombre (o de la mujer), anda por lugares secos buscando reposo…”

Cuando la persona se convierte, el poder satánico se va del dominio de la persona. Una vez que la persona está salva, es responsabilidad de la iglesia el colocarle el manto protector en forma radical, de la misma forma como cuando nace un bebé.

La problemática es que pasan muchas personas por las diferentes reuniones congregacionales, pero después se van y no vuelven más. Y aquí radica la operación 72: Si alguien viene y confiesa a Cristo hoy, y tú no lo consolidas en los primeros tres días, ya lo perdiste.

Es necesario que nos concienticemos del poder profético que hay en actuar en el tiempo 3.

Moisés le dijo a faraón: Deja ir a mi pueblo a celebrar fiesta en tres días. Éxodo 3:14-18

Josué dijo a los ancianos: En tres días estaremos poseyendo la tierra de Canaán. Josué 1:10-11

Jesús dijo: En tres días resucitaré. Marcos 8:31

Esto nos lleva a asumir que en el tiempo 3 nacen los libertadores de naciones.

Con el fin de enfatizar la importancia de estos tres días inmediatos al nacimiento, la misma naturaleza nos enseña. En la leche materna, los tres primeros días se activa a favor de los bebés el llamado Transfer- Factor.

¿Qué es el Transfer-Factor? Los científicos descubrieron que el amamantar de la madre los primeros días de nacido, es totalmente decisivo para proteger al niño contra los virus que producen enfermedades, y por ende la muerte.

Se descubrió que esos tres días son extremadamente importantes para que todo recién nacido reciba protección inmunológica de parte de la madre que los libre de múltiples enfermedades.

Por las razones antes enunciadas, así como por otras de índoles afectivos, los científicos dicen que hay que dosificar los primeros días, cada tres horas, con transferencias del liquido protector materno a fin de que le llegue hasta el estomago del bebé. De allí que estos primeros tres días sean los mas importantes en la vida del recién nacido.

Cuando se suministra a los bebés otra clase de productos pueden crecer enfermos. Hoy día la ciencia receta el Transfer-Factor, proveniente de otras fuentes naturales para tratar adultos enfermos, obteniendo resultados de sanidades asombrosas, porque estos seres humanos han tomado lo que les faltaba.

Nunca olvides que toda verdad es paralela. Así como es en el mundo físico también lo es en el espiritual. En este caso, la madre es la iglesia, quien tiene que impartir en la boca del recién convertido el alimento que le de la fuerza que necesita para que crezca sano.

Para no desarrollar hijos enfermos lo mejor que podemos hacer es darle la transferencia del espíritu de Vida, y la palabra cada tres horas con cuidadosa y continua vigilancia.

“Todo lo tienes que hacer en los primeros tres días; todo lo tienes que lograr en las primeras 72 horas; diga: Agresividad en 72 horas. Tengo que ser agresivo con el recién convertido en las primeras 72 horas.

Lo primero que hay que aplicar es la operación Zaqueo: (Lucas 19:1-10)

La operación Zaqueo es lo que Cristo aplicó con el tipo pícaro al que le dijo: Te bajas de allí, sal de allí, porque hoy Yo quiero comer contigo en tu casa. Eso nos enseña que Cristo no esperó una semana después, ni que se le perdió la tarjeta para visitarlo; ni lo hizo con Zaqueo, ni con Jairo, ni con la mujer que rompió el frasco de perfume; Cristo era agresivo en el contacto personal con el nuevo creyente. Cristo pensaba: ¿Te convertiste hoy? hoy me meto en tu casa y profetizo en tu casa y a los de tu casa.

Operación Zaqueo consiste en poder visitar urgentemente la casa de la persona que estás consolidando y declarar la paz de Dios sobre ese hogar.

Se agresivo; tu tienes que ser bravo, violento. Usted no está para estar perdiendo tiempo; usted necesita resultados.

Ni los animales hacen lo que algunos cristianos practican con las personas que ganan para Jesucristo; que paren aquí y después los dejan descuidados, ni los perros, ni los marranos, ni los burros; ellos cuidan su recién nacido, su corderito y lo defienden.

La historia bíblica dice: “Un hombre venía de Jerusalén” (venía del templo), pienso que se había convertido en la cosecha de aquel mes, que el tipo se había convertido con lágrimas; pero el levita y el sacerdote eran tan bandidos, que como este hombre quedó sin cobertura, como iba sin hermano mayor que lo protegiera, como no había una conciencia profética responsable, lo mandaron solo y los ladrones lo agarraron en el camino; entonces, fíjate que eran tan bandidos, que él había llorado en el altar con toda su alma y en el camino ni lo reconocieron; fíjate la conciencia falsa, irresponsable, pasaron de largo; ¡hasta que llegaste tú!, ¡el buen samaritano!, el consolidador responsable y compasivo, el que lo atendió, lo cuidó, le curó las heridas, lo protegió, lo alimentó, invirtió vida, tiempo y dinero en él, hasta que sanó y pudo valerse por su propia cuenta. El buen samaritano se parece a ti. (Lucas 10:30-35)

CONOCIENDO LA CRISIS QUE VIVE UNA PERSONA AL ACEPTAR A CRISTO.

Lo primero que necesitamos es reeducarnos, crear conciencia, con lo que pasa los primeros días con el recién convertido.

Al convertirse a Cristo, la persona entra en un período de crisis; cuando acepta a Cristo comienza una guerra, comienza una batalla: la batalla de la mente, tu no sabes que va a pasar en su casa; como lo van a recibir sus antiguos amigos; si es casado como lo va a recibir la mujer, si tiene papá como lo va a recibir este; si le gustaba la droga, las revistas triple X, el licor, si practicaba la brujería, etc.

Si tú no entiendes lo que le pasa en las primeras horas de su decisión por Cristo, el conflicto que está viviendo, que la persona enfrenta una verdadera crisis, entonces tú no estás ubicado; no entiendes que hay siete espíritus peores que los que salieron, que lo andan buscando para destrozarlo; porque cuando alguien confiesa a Cristo comienza una guerra; no entiende de lo espiritual; el nuevo no sabe de batallas, y si tu no lo ayudas se pierde. (Lea Mateo 12:43 al 45). Date cuenta, es una situación muy seria; y lo enseñó Jesús mismo.

¿Qué pasa si no se cuida un bebé espiritual?

Si no se atiende al recién convertido, al nuevo, lo más seguro es que este se pierda.

Criar un muchacho que recién nace son noches de vigilia que hay que hacer, hay que darle comida cada tres horas, hay que lidiar en ocasiones con suciedades. En verdad demanda sacrificio de nuestra parte, pero si no lo hacemos, él morirá y el Señor nos lo demandará.
La guerra comienza ahí, la batalla comienza ahí, ahí es donde comienza la presión de los siete espíritus peores; ahí es cuando se aparece el que le vendía la droga, regalándosela o fiándosela; ahí es que se aparece la jovencita que no le hacia caso ofreciéndosele de gratis; ahora le llegan con negocios ilícitos que le dan grandes ganancias económicas y él o ella sin trabajo o con deudas; entiéndalo, es una batalla.

Hay que determinarse antes de que pase el primer día a establecer un hermano mayor para el nuevo; alguien, que si es posible, vaya a su casa inmediatamente después de la conversión a Cristo, y establezca la operación Zaqueo: profetizarle en su hogar, y bendecirlos, y decir como dijo Cristo: la salvación ha llegado a esta casa y el diablo de aquí se fue.

El nuevo creyente se sentirá protegido, listo para enfrentar las diferentes dificultades que se le planteen en la vida. Que sienta que alguien está con él.

Para tener un punto de contacto con el nuevo en estos tres días se le entregará el libro llamado “NACI PARA TRIUNFAR”

Hay que darle y enseñarle a usar herramientas de cómo él puede profetizar sobre su vida; que él ahora es de Cristo; que no va a la condenación, que no va al infierno; que él es de Dios y que puede dormir en paz y no tendrá terror al temor nocturno, ni a la saeta que vuele de día; que él ha sido perdonado, ha sido salvo; y entonces, en esa primera noche, como el nuevo creyente no conoce versículos, no sabe teología, no sabe nada de lo espiritual, tú, que si sabes, le dices al bebé la palabra que va a repetir para que se mantenga en paz, libre de temores. (Para eso tú tienes que conocer y dominar por completo el material que se le entrega a los nuevos).

El Nací para Triunfar es un devocional de oración, porque a los nuevos creyentes es necesario enseñarles a orar en sus primeros tres días. A los bebés siempre se les introduce la comida a la boca.

Nunca se le da la leche para que el mismo se la prepare; otro(a) lo hace por él y le introduce la comida en la boca cada tres horas. La función del Nací para Triunfar es ayudarte a cumplir esta tarea ya que tiene una palabra de oración para todo momento del día:

Oración para el nuevo antes de acostarse: Mi dulce reposo.
Oración para el nuevo al despertarse: Amanece un nuevo día.
Una meditación de tres minutos: Para las nueve de la mañana.
Una meditación de cinco minutos: Para el mediodía.
Una meditación de tres minutos: Para las tres de la tarde
Una meditación de tres minutos: Para las seis de la tarde
Y al volver a la cama otra meditación: Para antes de acostarse.

La misma terapia el primer día, el segundo día y el tercer día; pero tiene que haber un monitoreo continuo de parte tuya que eres su mentor a través de llamadas y mensajes de textos.

DESCUBRIENDO LA CONSOLIDACION AGRESIVA DE ANANÍAS CON PABLO.

Ananías es un hombre sin fama, no se menciona más nunca en la Biblia pero aplicó la OPERACIÓN 72. (Este Ananías no tiene nada que ver con el Ananías marido de Safira del capítulo 5 de Hechos quien ya había muerto cuando Pablo se convirtió).

Declaración Profética: Yo soy Discípulo, yo no soy espectador, yo no soy filósofo de la Visión, soy más que orador y predicador de la Visión, yo por encima de todas las cosas soy DISCÍPULO.

Cuando tú tienes una conciencia de discípulo, tú tienes un principio de obediencia; es decir, el discípulo tiene una educación, un principio de obediencia, que no puede tener argumentos y que todo lo que le digan lo va a hacer. Entonces, esa conciencia de Discípulo en la formación de Ananías lo mantenía victorioso en medio de las batallas con una vida de oración.

Porque para consolidar usted tiene que estar conectado con la dirección y revelación Divina; la Voz de Dios al discípulo.

Declaración Profética: Dios le habla al discípulo; al que es solo intelectual no, al filósofo no, al discípulo Sí.

Una persona que no sea discípulo, que no tenga vida profunda, que no tenga tiempo de oración, que no tenga tiempo para clamar a Dios, que no tenga pasión por estar en la presencia del Señor y gran compasión por la gente, no le dará resultados al Reino de Dios, por tanto, no recogerá la cosecha.

Si Ananías no se mueve con diligencia se pierde ese gran Apóstol.

Porque Ananías era el instrumento, el responsable de consolidarlo los primeros tres días. (Hechos 9:1-19)

¿Cuál cree usted que es la Generación que va a respetar de verdad el valor de una persona?

La generación que va a respetar el valor de una persona es la que nazca bajo un ambiente de agresividad en la consolidación.

¿Tú crees que los niños que crecen en la calle o que andan de una casa a otra tendrían un crecimiento normal?

Para que un niño crezca normal debe tener una casa estable, calor de familia, si no, puede convertirse en un enfermo mental.

Cuando se habla de Operación 72 es porque vamos a tener cosecha; para que no pierdas la cosecha tienes que ser agresivo. El equipo debe estar capacitado con Palabra profética, de fe, de revelación; llamar al nuevo en la mañana, en la tarde, en la noche, bendecirlo, y decirle que estamos con él para ayudarlo. Visitarlo, ministrarle, bombardearlo los tres primeros días, tenemos que ser agresivos; la orden es: “NINGUNO DE LOS QUE ME DISTE SE PUEDE PERDER, NO SE PUEDE PERDER NI UNO”.

Si nosotros no somos agresivos los tres primeros días, el porcentaje de los que se salvan es demasiado pequeño.

Hay muchas cosas que nosotros necesitamos enfrentar, y una de ellas es que la consolidación no es un método; es un sistema agresivo en cuanto a diligencia, pero de mucha pasión, de mucho amor, de mucha entrega, de mucha persistencia y fe. Donde se siembra con lágrima pero se recogerá con regocijo.

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